Cuándo es necesaria una ortodoncia y qué tipo es mejor

La ortodoncia no es solo un tratamiento de niños, aunque es en la infancia cuando permite corregir no solo problemas de alineación dental y de maloclusión, sino también alteraciones en el crecimiento y en el correcto desarrollo de la mandíbula.

Los avances en el campo de la ortodoncia permiten que se puedan obtener resultados sorprendentes en adultos que, en su momento, no recibieron un tratamiento porque su mordida no estaba muy afectada. También tratamos a pacientes que, pese a haber crecido con una correcta alineación dental, comenzaron a tener problemas a raíz del nacimiento de las muelas del juicio o al ir perdiendo piezas.

En qué caso debo hacerme una ortodoncia

Dado que las ortodoncias actuales permiten corregir imperfecciones antes no tratables, es posible que tu dentista te comente la conveniencia de hacerte una ortodoncia pese a que tú creas que tus dientes están bien. O, tal vez, seas tú quien desee lucir una sonrisa perfecta y olvidarse de un diastema o un pequeño apiñamiento dental que no llega a tener consecuencias sobre tu salud. Estética y salud son los dos objetivos que perseguimos con la ortodoncia en adultos, mientras que cuando un odontólogo prescribe una ortodoncia a niños que no han concluido la etapa de crecimiento es siempre para corregir o evitar males mayores.

Estos son los casos más habituales en los que puedes necesitar una ortodoncia o beneficiarte de ella, aunque también existen pacientes que, al mejorar la alineación de sus dientes, logran mejorar de problemas de salud no exactamente localizados en la boca, como pueden ser vértigos o neuralgias del trigémino. En estos casos, por desgracia, la ortodoncia no siempre es la solución y ojalá lo fuera por la sencillez del tratamiento. Sin embargo, si sufres alguno de estos problemas y no consigues controlar tus síntomas, una visita a un odontólogo de confianza te permitirá saber si puedes experimentar mejoría en tu dolencia con unos dientes mejor alineados o con una mordida un poco diferente.

Problemas de mordida o maloclusión

Los primeros tratamientos con ortodoncia aparecieron para corregir estos problemas, que siguen siendo frecuentes. Puede ser que no lo notes, pero no estés masticando adecuadamente o sometas a una zona concreta de la boca a una presión excesiva que termina causando dolores o fracturas en las piezas afectadas. Todo eso se puede corregir.

Cuando se detectan problemas en la disposición de los dientes o en el crecimiento la mandíbula

Este es uno de los casos en los que se necesita comenzar con el tratamiento de ortodoncia cuanto antes y, por supuesto, antes de terminar la etapa de crecimiento. La buena noticia es que, una vez pasada la adolescencia, sabes que tu problema mandibular no se va a repetir.
En muchos casos, cuando hay alteraciones en el crecimiento de las mandíbulas, suele haber también anomalías en la disposición de los dientes de leche o en los definitivos y también en los molares. De ser así, el tratamiento de ortodoncia aplicado es integral, entendiendo que consigue corregir ambos problemas a la vez.

Dientes apiñados o muy separados

Si te afecta a varias piezas, seguramente tengas problemas de mordida, aunque, también es posible que tengas solo 2 o 3 piezas afectadas en grado ligero, por lo que en estos casos la ortodoncia cumpliría un fin estético y, en personas no adultas, también preventivo. Nos aseguramos de que esas pequeñas desviaciones no lleguen a ser mayores.

En algunos casos en los que la articulación de la mandíbula se ve afectada

El bruxismo, el estrés o una ligera alteración en la formación de los huesos de la zona pueden explicar que tengas tendencia a sufrir tendinitis en las articulaciones implicadas en la masticación. Algo que parece poca cosa, puede llegar a interferir con tu actividad diaria cuando no se resuelve con férulas de descarga y con relajación.

Si presentas a menudo problemas en una o ambas articulaciones mandibulotemporales, es probable que modificando un poquito tu mordida logremos reducir los episodios. A veces el problema que causa esas tendinitis, en lo que respecta a tu colocación de los dientes, ni siquiera se ve, pudiendo tratarse de un par de molares un poco desplazados. En cualquier caso, tu sonrisa solo se verá afectada para bien.

Tipos de ortodoncia para cada caso

Ortodoncia fija metálica o de porcelana

Son los tratamientos basados en brackets, a veces metálicos y otras de porcelana, para un efecto más discreto. Dependiendo de tus necesidades, los brackets podrían necesitar de un soporte metálico en forma de alambre, aunque te adelantamos que son la opción más versátil en lo que a resultados y tiempo de tratamiento se refiere. Pista: no tiene por qué verse al sonreír.

Ortodoncia invisible Invisalign

Cuando hablamos de la ortodoncia invisible solemos referirnos al tratamiento Invisalign, en el que logramos la alineación dental con férulas invisibles que vamos modificando cada pocas semanas y tú te comprometes a utilizar al menos durante 20-22 horas al día.

Estas férulas trasparentes o alineadores se retiran para proceder con la limpieza bucal y, por supuesto, para comer. Incluso podrías elegir no utilizarlas en un acontecimiento especial, siempre que tengas presente que la eficacia de este tipo de ortodoncia depende de tu compromiso con el uso mantenido de tus férulas.

La ortodoncia Invisalign suele ser el tratamiento preferido por adultos que no necesiten de grandes correcciones en su alineación dental y que prefieren un tratamiento estético, tal vez porque trabajan de cara al público.

Ortodoncia lingual

Los brackets pueden ir colocados por la cara interna o posterior de los dientes, incluso cuando necesitan de un alambre de refuerzo. En estos casos hablamos de ortodoncia lingual.
Es la otra opción para personas que necesitan que no se vea su ortodoncia o prefieran que no se sepa de su tratamiento.

Ortodoncia ligada

La ortodoncia ligada con gomas especiales aporta un refuerzo a los tratamientos con brackets. Para ello, se utilizan unas pequeñas ligas elásticas que tienen la capacidad de modificar su flexibilidad en función de la temperatura y el movimiento. La idea es ir logrando una tracción dirigida cuando ingieres alimentos y cuando hablas, que se suma al efecto de unos brackets metálicos o de porcelana.

Los resultados de este tipo de ortodoncia son rápidos. Por ello se tienen en consideración para corregir problemas importantes que, de otra forma, tardarían bastante en mostrar resultados apreciables en la masticación o en otras cuestiones de salud bucodental.

 

La elección del tipo de ortodoncia depende de la edad del paciente, de qué se necesita corregir y de sus preferencias particulares. En el caso de pacientes con mucha sensibilidad al dolor, algunos de estos tipos de ortodoncia quedan descartados para elegir otros más cómodos, aplicados en un tiempo un poco superior. Consulta siempre con un odontólogo de confianza.

Comparte:
Share on facebook
Share on twitter
Share on pinterest
Share on linkedin